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Aumento de enfermedades virales y gripales en la temporada de frío: ¿Cómo protegerte?
Por Franchesca Núñez -
martes 05 noviembre, 2024 - 03:35 PM
Con la llegada de la temporada de frío y el cambio de clima, en República Dominicana es común ver un incremento en los casos de enfermedades virales y gripales. La variación en las condiciones climáticas favorece la propagación de virus como la influenza, el resfriado común y otros patógenos respiratorios, los cuales se transmiten fácilmente en ambientes con mayor concentración de personas y temperaturas más bajas.
Es por ello que, tanto autoridades sanitarias como expertos en salud pública, insisten en la importancia de tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de contagio y proteger la salud de la población. Aunque las enfermedades respiratorias pueden afectar a cualquier persona, son especialmente vulnerables los niños, ancianos y personas con condiciones preexistentes, como enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados.
A continuación, te explicamos algunos de los consejos clave para evitar enfermedades durante la temporada invernal:
- Vacunación: una barrera contra la influenza
Una de las estrategias más efectivas para prevenir enfermedades virales como la influenza es la vacunación anual. Aunque no garantiza una protección total, la vacuna contra la influenza reduce significativamente la gravedad de los síntomas y la probabilidad de complicaciones graves, como la neumonía. Las autoridades de salud recomiendan que todas las personas mayores de 6 meses se vacunen, especialmente aquellas en grupos de riesgo, como los niños pequeños, adultos mayores y personas con problemas respiratorios crónicos.
En República Dominicana, las campañas de vacunación suelen comenzar en los meses previos a la temporada de frío, por lo que es crucial estar al tanto de las fechas y lugares disponibles para recibir la vacuna.
- Higiene de manos: la primera línea de defensa
La higiene de manos es una de las medidas más simples y efectivas para prevenir la transmisión de virus y bacterias. Los virus respiratorios se propagan fácilmente a través del contacto con superficies contaminadas. Por esta razón, es fundamental lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de tocar objetos o superficies públicas, como pasamanos, teléfonos y teclados. Si no tienes acceso a agua y jabón, el uso de desinfectantes a base de alcohol también es una opción válida.
El lavado de manos debe durar al menos 20 segundos, asegurándose de limpiar todas las partes de las manos, incluidos los dedos, las palmas y las muñecas.
- Evitar el contacto cercano y las aglomeraciones
Los virus respiratorios se transmiten principalmente por contacto directo o a través de las gotitas que se liberan al toser, estornudar o hablar. Durante la temporada de frío, es recomendable evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas de enfermedades respiratorias. En lo posible, también es aconsejable evitar lugares muy concurridos, como centros comerciales o transporte público, donde el riesgo de exposición aumenta.
Además, si estás enfermo o presentas síntomas como tos o fiebre, es preferible quedarse en casa para evitar contagiar a otras personas.
- Cubrirse al toser o estornudar: un gesto de responsabilidad
Cubrirse al toser o estornudar no solo es un acto de consideración hacia los demás, sino también una medida preventiva esencial. Al hacerlo, reduces la dispersión de gotículas en el aire, que pueden contener virus. Si no tienes un pañuelo desechable a la mano, usa la parte interior del codo para cubrirte, lo que ayuda a evitar que los gérmenes se queden en las manos y se transmitan a otras personas a través del contacto físico.
Es importante, además, cambiarse de pañuelos desechables con frecuencia y, si usas mascarillas, asegurarte de que estén bien ajustadas y en buen estado.
- Mantener un ambiente limpio: desinfecta las superficies
En espacios cerrados, como oficinas, hogares y escuelas, las superficies que tocamos constantemente son un foco potencial de transmisión de virus. Manijas de puertas, interruptores de luz, teléfonos y teclados pueden ser vehículos de propagación si no se limpian regularmente. Usar desinfectantes a base de alcohol o soluciones de cloro diluido en agua para limpiar estas áreas puede ayudar a reducir el riesgo de contagio.
Además, ventilar los espacios cerrados y mantener una buena circulación de aire también es una medida útil para minimizar la concentración de virus en el ambiente.
Implementación de medidas preventivas
Aunque no existe una fórmula mágica para evitar el contagio al 100%, la implementación de estas medidas preventivas puede reducir considerablemente las probabilidades de enfermarse y proteger a quienes nos rodean. En una temporada en la que las enfermedades virales y gripales aumentan, la responsabilidad individual y colectiva es clave para evitar que la situación se agrave.
Es fundamental que la población se mantenga informada, siga las recomendaciones de los profesionales de la salud y tome las precauciones necesarias para contribuir al bienestar común. La prevención es la mejor herramienta para garantizar un invierno más saludable para todos.