En una homilía en la que aludió a la ambición y sus consecuencias, monseñor Jesús Castro opinó que la reforma fiscal “debe ser equitativa y equilibrada, y es necesario que tanto los ricos como los pobres hagan sacrificios”.
Sostuvo que “los que tienen más recursos deben asumir una mayor responsabilidad”, y priorizó el capital sobre el trabajo al sostener que los más adinerados “son los principales generadores de riqueza en el país”.