Isa explicó que la reforma eliminará algunas exenciones fiscales que no son productivas y ajustará las tasas y bases de ciertos impuestos. Estos cambios, según el ministro, permitirán elevar las recaudaciones, pero también se requerirá un ajuste en el gasto público para garantizar que el déficit se mantenga dentro de límites manejables y que el peso de la deuda nacional se alivie en los próximos años.
El Ministro subrayó la importancia de que la reforma sea progresiva, es decir, que afecte menos a los sectores más vulnerables y que los que tienen mayores ingresos asuman una mayor carga impositiva. “Las figuras impositivas progresivas deben ser un componente importante”, destacó Isa, haciendo hincapié en la necesidad de que aquellos con mayores recursos contribuyan más al sistema tributario.
Isa también manifestó su esperanza de que el Congreso sea sensible a las propuestas del Ejecutivo y que se logre un acuerdo que, aunque signifique una carga para la ciudadanía, se distribuya equitativamente. Añadió que, en caso de que los nuevos impuestos afecten a los sectores más vulnerables, el Gobierno implementará medidas compensatorias como aumentos salariales y transferencias monetarias.
Finalmente, el Ministro de Economía enfatizó que el propósito de la reforma, además de controlar el déficit fiscal, es dotar al Estado de la capacidad financiera necesaria para financiar servicios fundamentales como educación, salud, seguridad pública, energía, protección del medio ambiente y justicia. “El Estado no tiene la capacidad financiera para atender las necesidades de la población y eso tenemos que cambiarlo”, concluyó Isa.
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